9 claves que te ayudarán a poner el nombre a tu empresa

Nombre a tu empresaLa mayorí­a de los emprendedores cuando se inician en sus negocios piensan en muchí­simos detalles innecesarios y dejan al final uno de los aspectos más importantes: elegir el nombre de la empresa o marca.

Y , precisamente, esa es la clave : tener un buen nombre puede ser la diferencia entre impulsar un negocio hacia el éxito o llevarlo al fracaso. Pues, los nombres tienen un gran poder y si se eligen bien se tendrá un buen branding.

Aquí­ te presentamos 10 puntos que se debe tener en cuenta al determinar el nombre del negocio:

1. Que sea llamativo
¿Por qué Steve Jobs eligió Apple (manzana) para denominar a sus computadoras? El nombre no surgió de un estudio de creatividad; fue el que le pareció más evidente a lo que querí­a vender: ordenadores tan sencillos de utilizar como comerse una manzana.

2. Fácil de pronunciar
Hay que evitar los nombres con 2 o más vocales iguales juntas (eee Pad) o 2 o más consonantes iguales juntas. Google y Twitter son la excepción que confirman la regla. ¿Sabí­as que Twitter se empezó llamando Twttr? Si una letra no se pronuncia no hay que ponerlo, salvo que sea una palabra fácilmente reconocible.

3. Que sea corto y simple
Los expertos aconsejan emplear la sencillez, ya que un nombre identificarán ante los clientes. Las posibilidades son muy amplias: se puede emplear siglas que son muy abundantes (BMW, BBV, ABC, ONU, FNAC. etc.) En muchos casos. como por ejemplo IBM, se ha perdido el original (International Business Machines). Una sigla no proporciona ninguna especialidad o diferenciación con respecto a sus competidores. Y menos, si la empresa no es una corporación conocida.

4. Que tenga sonoridad
¿Qué tal suena el nombre pronunciado por otro? Antes de decidirse se debe pedir a otras personas que lean el nombre de la marca. ¿Cómo suena? ¿es atractivo al oí­do?

5. Sin dobles significados
Es preferible no evocar ideas ambiguas, desagradables y chistosas. En España Mitsubishi, tuvo que cambiar el nombre del todoterreno más vendido de Japón y EEUU: se sustituyó “Pajero” por “Montero”. En Francia, la casa Mazda sacó su modelo MR2 (leí­do en francés ”emm er deux” (se pronuncia en merde).

6. Evitar utilizar signos de puntuación
¿Por qué Blu:sens? Si no se lee no hay que ponerlo porque confunde y no aporta nada. Con ello se entorpece la unidad del nombre de la marca. En unos lugares la gente o los medios pondrán Blu:sens y en otros Blusens.

7. Que sea creí­ble
Se trata de sugerir, a través del nombre, ciertas caracterí­sticas que refuerzen la función del producto. A un dentrí­fico que se le denomine Microflúor, se pone el acento en una función de prevención. Lo mismo sucede con Pantene, a la que se le añadió un apelativo (Pro V) que recuerda a tecnologí­a e investigación.

8. Que sea evocador
Y que proporcione en el consumidor sensaciones simbólicas positivas y que esté asociada a la gratificación tras la compra. Zumosol incluye en el mismo nombre una relación al producto ya algo natural, al igual que sucede con Trinaranjus. Algo similar sucedió con Swatch, nacida de la contracción entre las palabras Suiza y reloj (en inglés watch).

9. Evitar los descriptivos
Jean-Moel Kapferer, en su libro La Marca, capital de la empresa, señala que, “elegir un nombre descriptivo equivale a no aprovechar las posibilidades de la comunicación global. La marca no describe un producto, lo distingue. Para definir caracterí­sticas ya está la publicidad y el marketing“. Por ejemplo Lu, la marca francesa de galletas, se podrí­a haber denominado “Galletón”. Desde luego describe a la perfección el producto, pero no llama la atención para comprarlo.

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