La falta de liquidez amenaza la supervivencia de las empresas. El cierre o la informalidad son consecuencias nefastas que pueden evitarse si las mipymes conocen las alternativas de financiamiento disponibles y toman medidas para mejorar su perfil crediticio.
Herramientas tecnológicas como la facturación electrónica son aliadas. No solo facilitan el acceso a opciones como el factoring, sino que también sirven para demostrar a las entidades bancarias la capacidad de pago de la empresa, mejorando su calificación crediticia.
Las cifras son alarmantes: según Ipsos, el 58% de los pequeños empresarios teme el acceso al crédito, mientras que Experian indica que el 85% busca financiamiento para impulsar su negocio y el 90% necesita un préstamo.
Las mipymes sin historial crediticio son las más vulnerables. El factoring se presenta como una solución, conectándolas con fondos de inversión para negociar sus facturas desde su emisión. Sin embargo, su potencial está subutilizado, ya que solo se aplica a facturas con grandes empresas como adquirientes (menos del 2% del total).
¿Qué hacer si no se trabaja con grandes empresas? La facturación electrónica se convierte en la clave. Al ser un registro digital de las ventas, permite organizar la información y demostrar capacidad de pago ante los bancos, evidenciando ingresos estables, clientes recurrentes y productos de alta demanda.
Bancos peruanos ya analizan las ventas electrónicas. Esta información contribuye a mejorar el perfil crediticio de las empresas, abriendo puertas a nuevas oportunidades de financiamiento.
En resumen:
- Conocer las alternativas de financiamiento: factoring, fondos de inversión, créditos bancarios, etc.
- Aprovechar las herramientas tecnológicas: facturación electrónica para demostrar capacidad de pago.
- Mejorar el perfil crediticio: historial de pagos, organización financiera, información transparente.
Evitar la informalidad y asegurar el crecimiento de las mipymes es posible con las herramientas adecuadas. La clave está en la información, la tecnología y la gestión financiera estratégica.
